El acné es la pesadilla de muchas personas, sobre todo durante los incómodos años de la adolescencia. Pueden aparecer granos, espinillas y puntos blancos en la cara, el cuello, la espalda y el pecho, que te hacen sentir cohibido y frustrado. Aunque hay muchos factores que pueden contribuir a la aparición del acné, aquí tienes cinco causas comunes y algunos consejos para acabar con los granos:
-
Estragos hormonales: Cuando las hormonas se desbocan, la piel produce demasiada grasa, lo que obstruye los poros y provoca acné. Para controlar estas molestas hormonas, el dermatólogo puede recetarte algún medicamento extravagante o recomendarte píldoras anticonceptivas.
-
Pecados del cuidado de la piel: No cuidar bien la piel puede provocar acné. Asegúrate de limpiarla, tonificarla e hidratarla con regularidad, y evita los productos agresivos o grasos. Utiliza productos no comedogénicos indicados para pieles con tendencia acneica.
-
Desastres dietéticos: Una dieta rica en azúcar, lácteos y grasas poco saludables puede aumentar las probabilidades de sufrir acné. Para evitar un brote, intenta seguir una dieta sana y equilibrada con mucha fruta, verdura y cereales integrales.
-
Brotes inducidos por el estrés: El estrés puede hacer que tu cuerpo produzca hormonas que provoquen inflamación y acné. Para reducir el estrés y prevenir el acné, haz ejercicio, medita o respira hondo.
-
Fallos genéticos: Si tus padres tuvieron acné, puede que tú también seas más propenso a padecerlo. Aunque no puedes controlar tu genética, un dermatólogo puede ayudarte a elaborar una rutina de cuidado de la piel y un plan de tratamiento que se adapten a ti.
Para darle a tu piel un impulso extra, prueba a utilizar un exfoliante facial con ácido hialurónico, té rojo y algas marinas. El ácido hialurónico ayuda a hidratar y rellenar la piel, dándole un aspecto más joven. El té rojo, también conocido como té rooibos, es rico en antioxidantes que pueden ayudar a proteger la piel de los daños medioambientales. Las algas están repletas de vitaminas, minerales y aminoácidos que pueden ayudar a nutrir y rejuvenecer la piel. También es rica en antioxidantes y puede ayudar a mejorar la apariencia de las líneas finas y las arrugas.
En conclusión, el acné puede deberse a diversos factores, como los cambios hormonales, un cuidado deficiente de la piel, la dieta, el estrés y la genética. Para prevenir y tratar el acné, es importante mantener una rutina constante de cuidado de la piel, seguir una dieta sana, practicar técnicas de control del estrés y buscar la ayuda de un dermatólogo si es necesario. Utilizar un exfoliante facial con ácido hialurónico, té rojo y algas marinas también puede ayudar a mejorar el aspecto y la salud de la piel. No dejes que el acné te arruine el día: ¡toma el control y recupera una piel clara y radiante!